Registrar el trabajo de una juventud pensante alejada de los medios de comunicación oficiales era el norte desde un comeizo. Flores confiesa debilidades en los aséctos técnicos, pero los alcances en cuanto a identidad y mensaje les hacen pasar desapercibidos a la audiencia que ha sido testigo de “Contrapulso: Canción NO Oficial”.
Paulo Flores acaba de participar en el pasado In -Edit, que en su 4° versión 2007, estuvo plagada de producciones nacionales. Acá una reseña de una obra que nos habla de la autogestión y de la búsqueda por generar conciencia de un grupo de bandas (Juana Fe, Sandino Rockers, Escaso Aporte y Tuplak la Brigada), que expanden su mensaje a través del audiovisual.
¿Cómo nace la idea de realizar este trabajo?
Durante años fui y aún soy público de estas bandas. La idea nace de poder archivar un movimiento que se vivió durante el 2004 año de registro de Contrapulso, recién estrenado en inedit 2007. Me interesó el fenómeno de la Música, siempre me ha interesado, me ha acompañado en mi vida… no discrimina clases sociales, tu vas a una tocata y ves público de todas las esferas de la sociedad… Así lo veo.
¿Cuéntanos más acerca de tu filmografía?
Salí del Duoc en el año 2003 me titulé como comunicador audiovisual con mención en dirección. Luego hice en el 2004 un diplomado de realización en cine en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile. Llevo un par de años trabajando con las bandas nacionales que se encuentran en un estado de autogestión. Trabajando en la realización de sus videos, algunos cortos en digital y cine. Bueno y Contrapulso es mi primera pieza como director y productor. Espero poder vivir de esto, esto es lo que me gusta hacer y con la buena aceptación de la gente que ha visto el documental sin duda que nos da fuerza para continuar.
Este año 2008 hemos decidido fundar y crear junto con colaboradores del área de la fotografía y audiovisual un colectivo de nombre: Violeaudiovisual. Tenemos el interés de poder realizar video clip, making off, gráficas, eventos, post-producción de videos… En fin, poder desarrollar una productora audiovisual donde podamos trabajar juntos todos quienes hacen del arte una herramienta de combate para comprender el medio en que estamos viviendo.
¿Por qué decides filmar un mensaje político a través de la música?
Las bandas se hacen responsables de su música, sus letras, su discurso. Hay conciencia de lo que hacen y del mensaje que entregan al público. Es un mensaje desde una visión más positiva frente a la vida, las tocatas son alegres, optimistas, se vive un contexto oculto que los medios de comunicación oficiales no saben que existe ni sienten importante. Acá hay un punto de visto oculto. La idea es y será poder sacarlo a flote.
Porque acá hay identidad o tal vez puede haber un poco. Lo interesante es la música como herramienta y el rol social que debe llevar. Quizás una de las pocas expresiones que van quedando hoy para poder entender el entorno en que estamos viviendo.
Y tras la experiencia, ¿Quedaste contento con el resultado final?
Hay cosas técnicas que me gustaría darles algunos ajustes. El tema del sonido por ejemplo, pero sin duda que el resultado ha superado expectativas de lo que esperaba en la gente de las bandas, el público de ellas, quiénes han visto el material y sus realizadores. El objetivo junto al guionista del documental Nicolás Cornejo es seguir trabajando el formato documental para investigar otros temas.
¿Alguna experiencia del rodaje? Dificultades que sirvan de lección para realizadores más novatos…
Bueno en las primeras grabaciones o más bien en casi todo el documental se grabó cámara en mano, sin trípode. Esto fue algo que al paso del tiempo fue costumbre. No lo hagan les aconsejo a los realizadores llevar siempre su trípode. Sobretodo a la hora de entrevistas, presentaciones de bandas, etc.
Recordar siempre monitorear con audífonos los rodajes, de esta manera podremos tener el control del audio y todo lo que captura nuestra cámara (imagen y sonido).
Lo otro es el tema de la luz de día, cuando es demasiado fuerte o dura, sobre el rostro de los personajes busquen algún lugar donde la luz sea más pareja o suave, debajo de un árbol por ejemplo.
¿Con qué fondos de ayuda contaste, o el norte como en la música que retrataste es la autogestión?
En el 2004 tomé la primeras imágenes del documental edité unos minutos y lo adjunté a una carpeta del proyecto “Contrapulso” y obtube una beca de talentos artísticos que da la Casa de la Cultura de La Florida. El dinero se utilizó para y durante el rodaje del documental.
El tema de la autogestión para mí tiene que ver más bien en creer en la idea de uno, poder levantarse a terminar tu idea, tu sueño… No esperar que alguien te llame a moverte, pero terminar la idea no por los demás sino por sentirse pleno y desarrollado uno como persona, es un tema más introspectivo para lo cual uno vive y quiere seguir viviendo, es un desafío más personal que colectivo.
¿Cuál es el circuito de distribución del documental?
Mi idea es que el documental tome un circuito o camino hacia los canales barriales, colegios de las comunas, muestras culturales al aire libre, etc. Creo que es importante que la historia de estas bandas salga a flote, los medios de comunicación oficiales muestran a una juventud no pensante, este movimiento no oficial lleva años existiendo.
El otro camino es la participación y difusión de Contrapulso a nivel de festivales internacionales. Esto es algo que aún debo planificar junto a algunos colaboradores para el 2008.
¿Qué elementos técnicos y por qué, utilizaste para el registro y cuál utilisaste para la postproducción?
El documental se inició con las ganas de poder archivar un movimiento oculto para los medios de comunicación que entregan una visión de la juventud no pensante, insisto. Sin ideas ni opinión. Bajo esta idea, la verdad es que se pensó en los recursos técnicos, un buen micrófono, su sonidista, sus focos para iluminar las entrevistas, la locomoción, etc. Pero se decidió trabajar con lo que teníamos a mano, luego le conté la idea del docu a dos amigos que tenían cámaras (sony VX2000, Sony TRV17 formato minidv). Con ellos surgió la coproducción, se tomó la cámara y empezamos a rodar el documental a grabar. En términos técnicos la realización fue limitada, sin sonidista, sin focos para iluminar etc, más bien a puro pulso.
¿Qué piensas del documental chileno, en qué etapa te parece se encuentra?
El documental chileno… Bueno ahora el aspecto técnico se ha ido superando cada vez más, mejor calidad de imagen, mejor calidad de sonido con producciones más al alcance de los bolsillos de realizadores independientes. Me parece en ese sentido de la mano de la tecnología sin duda que va por buen camino. Donde habría que poner más atención es en lo que quieren decir o contar los realizadores, el punto de vista de cada director.